Cundinamarca atraviesa una ola de incendios forestales sin precedentes, con afectaciones en al menos seis provincias que enfrentan una fuerte temporada seca.
Las altas temperaturas por encima del promedio, sumadas a la imprudencia humana, han desatado emergencias que amenazan la biodiversidad, los cultivos y la vida de cientos de familias.
En solo dos semanas, la Unidad Departamental de Gestión del Riesgo (UDGRD) ha atendido 30 incendios forestales en Alto Magdalena, Gualivá, Sumapaz, Sabana Centro, Tequendama y Ubaté, con un devastador balance de más de 83 hectáreas consumidas por las llamas.
Nilo, uno de los puntos más críticos
El municipio de Nilo, en la vereda Los Curos, enfrenta el incendio más crítico de Cundinamarca. Aunque se encuentra controlado en un 60 %, las llamas ya han devastado 45 hectáreas, incluyendo zonas cercanas a Tolemaida.
En el terreno, brigadas locales, bomberos y personal de gestión del riesgo luchan sin descanso para frenar el avance del fuego y proteger la biodiversidad, los cultivos y la seguridad de la comunidad.
Sasaima y Simijaca: emergencias controladas, pero con pérdidas
En Sasaima, los organismos de socorro lograron liquidar incendios en las veredas El Limonar, Mojón y La Tinaca Baja. Esta última dejó un saldo de 20 hectáreas arrasadas.
En Simijaca, una quema de basura provocó la emergencia en la vereda Salitre, que se logró controlar en horas de la mañana, aunque con la pérdida de 2 hectáreas de cobertura vegetal.
Emergencias en otros municipios
En las últimas horas, los municipios de Pandi, Tocancipá, Guaduas, Tocaima y Ricaurte también reportaron emergencias por incendios forestales.
La mayoría ya fue controlada gracias a la rápida reacción de los bomberos, los consejos municipales de gestión del riesgo y las comunidades campesinas, que se unieron en una lucha conjunta para frenar las llamas.
Llamado a la conciencia ciudadana
Las autoridades de Cundinamarca reiteraron el llamado a la ciudadanía a no dejar botellas, vidrios ni material inflamable en zonas rurales y boscosas, ya que estas acciones imprudentes pueden convertirse en detonantes de nuevos incendios.
“Estamos trabajando con todas las capacidades, pero necesitamos del compromiso de la comunidad. La prevención es la mejor herramienta para proteger nuestros recursos naturales”, señalaron desde la Unidad Departamental de Gestión del Riesgo.
Reconocimiento a los héroes del fuego
El gobierno departamental expresó un profundo agradecimiento a quienes, con entrega y coraje, se han convertido en la primera línea de defensa frente a la ola de incendios forestales. Los cuerpos de bomberos voluntarios y oficiales, los consejos municipales de gestión del riesgo y las comunidades campesinas y urbanas han trabajado hombro a hombro para contener las llamas que han puesto en riesgo la vida, la biodiversidad y el patrimonio natural del departamento.
Su labor, marcada por jornadas extenuantes, solidaridad y valentía, ha sido determinante para evitar que la emergencia tenga consecuencias aún más devastadoras. Cada brigadista, cada habitante que lleva agua, que ayuda a remover escombros o que se suma a los equipos de apoyo, demuestra que la unidad comunitaria es más fuerte que el fuego.

Autoridades hacen un llamado urgente a la prevención
y a no dejar objetos inflamables en zonas rurales.