La inminente canonización de José Gregorio Hernández, el «Médico de los Pobres», ha sido recibida con júbilo en Venezuela. El presidente Nicolás Maduro expresó su agradecimiento al Papa Francisco por este reconocimiento histórico, que marca un hecho histórico en la fe y la identidad del pueblo venezolano.
José Gregorio Hernández, médico y científico, es una figura venerada en Venezuela desde hace décadas. Su dedicación a los más necesitados y su legado de servicio lo convirtieron en un símbolo de compasión y esperanza. Ahora, con su canonización, su historia trasciende aún más, consolidándose como un referente espiritual para millones de creyentes.
A través de sus redes sociales, Maduro destacó el significado de este acontecimiento: «Venezuela entera agradece al Papa Francisco por su histórico gesto de canonizar al ‘Médico de los Pobres’, nuestro santo, el Dr. José Gregorio Hernández. Es un gran paso y un regalo invaluable para nuestra patria, un acto de justicia con un hombre que, en vida, fue el protector de los más humildes y que, desde siempre, ha obrado milagros de salud y vida para quienes más lo han necesitado.»
El mandatario subrayó que este reconocimiento llega en un momento crucial para el país, cuando la fe y la unidad nacional cobran más importancia que nunca.
La canonización de José Gregorio Hernández no solo representa un acto de fe, sino también un reconocimiento a su obra altruista y a la devoción que millones de venezolanos le han profesado por generaciones.
Este momento refuerza la conexión entre Venezuela y el Vaticano, consolidando la figura del Santo Hernández como un símbolo de esperanza y solidaridad. Mientras el país se prepara para la celebración oficial, los creyentes ya elevan oraciones en honor al Papa Francisco, agradeciendo el reconocimiento a quien en vida dedicó su labor a los más desfavorecidos.
Con un emotivo mensaje de gratitud, Maduro concluyó su pronunciamiento: «¡Amor con amor se paga! ¡Papa Francisco, gracias por siempre!»
La canonización de José Gregorio Hernández se considera como un evento de gran trascendencia para Venezuela, un país que, en medio de desafíos, encuentra en la fe un motivo de unión y esperanza.
Nicolás Maduro destaca el significado de este reconocimiento como un momento crucial para el país.