Por Redacción
El tiempo pasa y la historia nunca deja de girar. Hace apenas un año, el Papa Francisco, con su tradicional sonrisa y su mirada llena de humanidad, recibía en el Vaticano a Gustavo Petro, presidente de Colombia. En ese encuentro, un símbolo del país cambió de manos: una ruana de Cogua (Cundinamarca), tejida con el alma campesina de la nación. Un gesto cargado de significado, un pedazo de la esencia colombiana entregado al líder espiritual de más de mil millones de personas. Un momento de cercanía entre un jefe de Estado y un jefe de la humanidad, como hoy lo define Petro.
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Esta es la leyenda que explica el simbolismo de la ruana colombiana que le entregó el presidente al papa Francisco. Foto: Presidencia.
Pero los giros de la vida son implacables. Meses después, el panorama es distinto. El Papa Francisco, de 88 años, atraviesa uno de los momentos más críticos de su salud. Hospitalizado por una neumonía complicada, ha enfrentado recaídas que mantienen en vilo a millones de fieles en todo el mundo. Y entre quienes elevan una oración por su recuperación está el propio Petro, quien ha compartido un mensaje que resuena con la fuerza de quien ve en el Pontífice algo más que un líder religioso: un compañero de lucha.
Para mi es un amigo de verdad; de los que luchan toda la vida.
Me ha permitido hablar con él, varias veces, en momentos difíciles. Para mí, es un compañero de lucha, de viaje, de historia y de continente. Es un jefe de la humanidad y mío en este momento donde la vida está en… pic.twitter.com/pN67xSMjSz
— Gustavo Petro (@petrogustavo) February 23, 2025
«Para mí, es un amigo de verdad; de los que luchan toda la vida», expresó el mandatario colombiano. En un emotivo mensaje, Petro dejó entrever la profunda admiración y conexión que siente con Francisco, a quien describió como un faro en los momentos oscuros, un hombre que ha llevado la espiritualidad al lado de la humanidad, la naturaleza y la justicia social. «Que no se vaya mi compañero del alma, compañero», sentenció, en un llamado que es a la vez súplica y homenaje.
Francisco, el Papa que ha desafiado poderes y estructuras, el que ha abrazado a los olvidados y ha incomodado a los poderosos, hoy lucha contra la fragilidad del cuerpo. Pero su legado, ese que Petro reivindica, sigue latiendo. En la ruana de Cogua que hace un año arropó sus hombros, en las palabras de quienes lo admiran, en la fe de quienes esperan que vuelva a sonreír.
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La historia aún no ha terminado de escribirse.
Foto portada y otras: La audiencia del Santo Padre y el presidente Petro que se realizó en la biblioteca pontifica del Palacio Apostólico. Autoría: VATICAN MEDIA Divisione Foto.
