Por Redacción
La sostenibilidad dejó de ser un concepto lejano. Hoy, cuidar el entorno implica decisiones diarias que van desde cerrar el grifo hasta separar correctamente los residuos. En ese contexto, Empresas Públicas de Zipaquirá (EPZ) lanza #SeaBuenaPapa, una campaña que busca despertar en la ciudadanía una conciencia activa sobre el papel que cada quien puede y debe asumir frente al medio ambiente. La iniciativa no solo informa: propone, invita y construye comunidad.
¿Qué es la campaña #SeaBuenaPapa y cuál es su propósito?
Impulsada por EPZ, la campaña #SeaBuenaPapa tiene como objetivo sembrar una cultura de responsabilidad ambiental en Zipaquirá. A través de acciones educativas, participativas y comunicativas, la entidad busca que los ciudadanos asuman el cuidado del entorno como un asunto propio, no ajeno.
Francisco Javier León Quintana, gerente de EPZ, lo resume con claridad: “Ser buena papa es ser consciente, respetuoso con el entorno y comprometido con el futuro de Zipaquirá”. Bajo esa consigna, la estrategia toma forma desde lo cotidiano, apelando a la cercanía emocional y la identidad local.
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La propuesta se estructura alrededor de cinco ejes fundamentales que orientan las actividades y mensajes de la campaña:
- Reciclaje y manejo adecuado de residuos sólidos.
- Uso y ahorro eficiente del agua.
- Cuidado y conservación de espacios verdes y comunes.
- Reconocimiento a la labor de los recolectores de basura.
- Educación ambiental desde el hogar, la escuela y la comunidad.
Estos temas se desarrollarán mediante jornadas comunitarias, concursos, intervenciones urbanas, contenido digital, retos semanales y alianzas con instituciones locales. La idea es que las acciones no se queden en el papel, sino que se vivan.
La invitación está abierta a todos los habitantes del municipio. EPZ contará con voceros comunitarios y líderes ambientales que compartirán consejos prácticos, mientras las redes sociales de la entidad funcionarán como canal de divulgación y convocatoria. El objetivo es sencillo, pero profundo: hacer que cuidar el ambiente sea una tarea compartida, accesible y continua.
Participar no requiere de grandes recursos. A veces basta con no dejar correr el agua, no botar la basura en la calle, o agradecer el trabajo de quienes limpian la ciudad. Y si se hace en comunidad, el impacto se multiplica.
Que ser “buena papa” deje de ser una frase casual y se convierta en una actitud frente a la vida.
