By La nueva corona de Nuestra Señora de los Dolores, fabricada con materiales naturales y ensamblada manualmente, está conformada por 5 secciones que nos recuerda las cinco llagas de su divino Hijo en los padecimientos de su Pasión y Muerte en la Cruz.
Guarda un sentido muy especial al ofrecer todos los dolores que ha experimentado nuestra patria y nuestra ciudad, en esta página oscura que hemos venido atravesando por cuenta de la pandemia. En sus 137 espinas está representado el dolor, sufrimiento de la enfermedad de más de 20.000 zipaquireños, los más de 400 fallecidos, el dolor de las familias que soportan la ausencia de sus seres queridos por esta causa.
Pero también, sus espinas son intenciones de todas las personas que sufren por alguna causa, enfermedad o dolor del alma, todos ellos representados en cada una de esas espinas.
El manto blanco de Nuestra Señora, no sólo habla de la pureza de la Siempre Bienaventurada Virgen María, sino de la misericordia maternal con que ella abriga nuestros dolores y sufrimientos, también nuestros pecados, nuestras almas agobiadas y envueltas en ese amor, las presenta con sus propias manos al Creador para alcanzar el perdón, la salud, la sanación y en fin, los favores que tanto necesitamos de Dios.
Es un hermoso ofrecimiento en este 2022, en el aniversario 95 de la remodelación de la Parroquia Nuestra Señora de Los Dolores que fue construida en 1860, pero reconstruida en 1927 y su correspondiente dedicación a nuestra Señora de los Dolores.
No olvidemos que todos nuestros dolores sean grandes o pequeños, como el tamaño de estas espinas, siempre están en las manos de María abrigados por su misericordia, su amor inefable y su gran bondad.
Es un hermoso ofrecimiento en este 2022, en el aniversario 95 de la remodelación de la Parroquia Nuestra Señora de Los Dolores que fue construida en 1860.
Foto portada y otras: Cortesía.
