Por Desde la cárcel de Guaduas extorsionaban comerciantes
En una operación conjunta y minuciosa, el Ejército Nacional de Colombia, a través de las tropas del Gaula Militar Cundinamarca de la Brigada 13 y el Gaula Élite No. 2, en coordinación con la Policía Nacional y el Instituto Penitenciario y Carcelario (Inpec), logró asestar un duro golpe a las redes criminales que operan desde el interior del Centro Penitenciario La Pola, en Guaduas, Cundinamarca.
La intervención, llevada a cabo en el marco del ‘Plan Ayacucho’ del Ejército Nacional, permitió la incautación de 27 celulares, 20 tarjetas SIM, 50 cargadores y 28 audífonos. Estos equipos eran utilizados, según las investigaciones de inteligencia, para realizar llamadas extorsivas a comerciantes del centro del país, lo que generaba una fuerte presión económica sobre las víctimas.
El Brigadier General Rodolfo Morales Franco, comandante de la Décima Tercera Brigada del Ejército, destacó la importancia de este operativo. «Desarticulamos un call center extorsivo que representaba una fuente de ingresos significativa para estructuras criminales que operaban tanto en Cundinamarca como en Bogotá», afirmó. La logística delictiva permitía que las extorsiones se realizaran desde la prisión, aprovechando la infraestructura del penal y los equipos tecnológicos.
Este tipo de operaciones subraya la complejidad del crimen organizado en el país, donde las cárceles han sido utilizadas como centros de mando para extorsionar a empresarios, comerciantes y ciudadanos, extendiendo su influencia criminal más allá de las rejas. La incautación de estos elementos tecnológicos no solo golpea las finanzas de las bandas, sino que también representa un avance en la lucha contra las extorsiones, un delito que afecta a miles de familias en Colombia.
El Ejército y el Gaula hacen un llamado a la ciudadanía: si usted o alguien que conoce ha sido víctima de extorsión, no dude en comunicarse con las líneas 147 o 161, donde recibirá apoyo inmediato para enfrentar esta problemática. La lucha contra el crimen organizado continúa, y las autoridades reiteran su compromiso para proteger a la comunidad de estas redes delictivas.
Las llamadas extorsivas generaban una fuerte presión económica sobre las víctimas.
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