Por Redacción
Correr una maratón no es solo completar 42 kilómetros. Es una preparación que se extiende durante meses, decisiones que se toman a diario, rutinas que se ajustan, y un compromiso que va más allá de lo físico. En el mundo del atletismo de calle, pocas competencias tienen tanto prestigio como la Maratón de Boston, una cita reservada para quienes logran tiempos de clasificación muy exigentes y cuentan con una constancia sin fisuras. Este año, entre los seleccionados, estuvo Milton García, un corredor aficionado del municipio de Cogua (Cundinamarca), que con esfuerzo silencioso logró llegar hasta la línea de partida de esta emblemática carrera.
El camino de Milton comenzó en 2023, cuando corrió su primera maratón en Medellín. Terminó con un tiempo de 3 horas y 21 minutos, lejos aún de la marca mínima para Boston, pero con la idea firme de intentarlo. Fue entonces cuando se acercó al entrenador Jhon Quiroga, de la escuela deportiva de atletismo del municipio. Juntos trazaron un plan de entrenamiento que implicó exigencia, disciplina y ajustes en su vida personal. Tras un año de trabajo continuo, en la edición 2024 de la misma maratón —certificada oficialmente—, logró detener el cronómetro en 2:57: un registro suficiente para postularse.
Ese esfuerzo cobró aún más valor cuando Boston anunció un recorte adicional: solo aceptarían atletas con marcas inferiores a las 2:59. Milton estaba dentro. Y con él, su municipio. “Ser de Cogua es un orgullo muy grande. Siempre llevo en el corazón a mi gente y trato de dejar en alto su nombre”, dijo el atleta.
Las emociones, reconoce, no comenzaron el día de la carrera. Aparecieron desde que recibió la confirmación de que había sido aceptado. “Fueron siete meses de entrenamientos muy enfocados, siguiendo las recomendaciones del profe. Ya estando allá, la ansiedad era total. Frío, nervios, miedo. Todo junto. La carrera fue durísima, con muchas cuestas, pero el ánimo de la gente en toda la ruta es algo que no se puede describir”. Al final, las lágrimas lo sorprendieron en la meta, donde su familia lo esperaba.
A quienes lo ven como un ejemplo, Milton no promete fórmulas mágicas. Su mensaje es sencillo, pero contundente: “Nunca es tarde para cumplir los sueños. Con esfuerzo, dedicación y disciplina todo se puede lograr. No es fácil entrenar siendo papá, esposo y trabajador, pero cuando el deseo nace del corazón, todo es posible”.
Este año, entre los seleccionados, estuvo Milton García, un corredor aficionado del municipio de Cogua (Cundinamarca), que con esfuerzo silencioso logró llegar hasta la línea de partida de esta emblemática carrera.
