Con el objetivo de transformar las prácticas económicas que han generado presión sobre los ecosistemas, la Gobernación de Cundinamarca avanza en la implementación de un Proyecto Ciudadano de Educación Ambiental (PROCEDA) en el municipio de Beltrán, donde se promueve el cultivo de melón como alternativa a la deforestación y a la producción de carbón vegetal.
La iniciativa, liderada por la Secretaría de Bienestar Verde y la Secretaría de Agrocampesinado, en articulación con la administración municipal, busca consolidar un modelo productivo sostenible que brinde ingresos dignos a las familias campesinas y, a la vez, contribuya a la protección del medio ambiente.
Durante una visita técnica reciente, las autoridades verificaron los avances del proyecto, que contempla la siembra inicial de una hectárea de melón como punto de partida para diversificar la economía local. Este cultivo hace parte del proceso de transición productiva enmarcado en la estrategia departamental “Ruralidad adaptada y resiliente”, componente de la Política Pública de Cambio Climático de Cundinamarca.
Con una inversión superior a 70 millones de pesos, el proyecto se orienta a fortalecer las capacidades productivas de los agricultores locales y a reducir la dependencia de actividades extractivas que deterioran los suelos y afectan la biodiversidad.
¿Cómo contribuye el cultivo de melón a la lucha contra la deforestación en Cundinamarca?
De acuerdo con la Secretaría de Bienestar Verde, el melón fue elegido por su capacidad de adaptación al clima cálido del municipio de Beltrán y por su potencial para generar ingresos sostenibles en corto tiempo. Además, su producción no requiere la tala de bosques ni el uso de grandes extensiones de tierra, lo que representa una alternativa real frente a la quema de carbón vegetal, una práctica que históricamente ha afectado las zonas rurales del occidente cundinamarqués.
La estrategia también contempla un componente comercial. Por medio de la Agencia de Comercialización de Cundinamarca, se facilitará la venta directa de la cosecha en municipios de la Sabana de Bogotá, especialmente en los peajes de salida de la capital, permitiendo que los productores obtengan mejores márgenes de ganancia y se integren a circuitos de mercado más justos.
“Con este convenio buscamos erradicar la deforestación y sustituirla por prácticas productivas sostenibles a través del cultivo de melón. Hoy iniciamos una nueva fase de este proyecto, fortaleciendo y apoyando a los campesinos que le han puesto la cara, para que, a través de la Agencia, logremos una mayor rentabilidad en sus cosechas”, afirmó Mónica Quiroga Poveda, secretaria (e) de Bienestar Verde.
¿Qué impacto tiene este modelo en las comunidades rurales del departamento?
El proyecto de Beltrán no solo busca reducir la deforestación, sino también mejorar la seguridad alimentaria y aumentar la resiliencia frente al cambio climático, al ofrecer a las comunidades rurales opciones productivas más sostenibles y rentables.
Esta apuesta manifiesta el compromiso del Gobierno departamental con la educación ambiental, la sostenibilidad y el desarrollo rural integral, pilares que fortalecen la economía campesina y garantizan la preservación de los ecosistemas cundinamarqueses.

En el municipio de Beltrán, donde se promueve el cultivo de melón como alternativa a la deforestación
y a la producción de carbón vegetal.