Empresas Públicas de Zipaquirá (EPZ) logró recolectar y disponer de manera selectiva más de 1.100 toneladas de residuos orgánicos, marcando un logro ambiental sin precedentes en el municipio. Este resultado no solo representa una mejora tangible en la gestión de residuos, sino que impulsa prácticas sostenibles como el compostaje y refuerza el compromiso ciudadano con el planeta.
Un modelo eficiente que conecta barrios, conjuntos y conciencia ambiental
La clave de este avance ha sido el innovador modelo de rutas selectivas implementado por EPZ, que actualmente opera en 64 conjuntos residenciales y 36 barrios de la ciudad. A través de cinco rutas organizadas, se garantiza una recolección eficiente, continua y respetuosa con el ambiente, desde el origen hasta su disposición final, promoviendo la entrega del residuo orgánico sin bolsa plástica y en días definidos.
EPZ refuerza el compromiso ambiental en Zipaquirá con la recolección selectiva de residuos orgánicos
Detrás del éxito se encuentra una estrategia constante de sensibilización y educación ambiental, liderada por los Gestores Ambientales de EPZ en las comunidades. Su trabajo pedagógico ha sido crucial para fortalecer la cultura ambiental, el sentido de corresponsabilidad y el manejo adecuado de los residuos desde el hogar. Su esfuerzo ha convertido la basura en una oportunidad de transformación.
Este modelo no sería posible sin la articulación efectiva entre la comunidad, las juntas de acción comunal y el equipo técnico y social de EPZ, que ha logrado consolidar un sistema de economía circular. Gracias a ello, se reduce la presión sobre los rellenos sanitarios, se mejora la salud pública y se fortalece el tejido social en torno al cuidado del entorno.
1.100 toneladas: un hito en sostenibilidad para Zipaquirá
Zipaquirá se perfila como una ciudad modelo en sostenibilidad. Con este enfoque, ratifica su compromiso con el medio ambiente y se convierte en un referente regional en gestión de residuos orgánicos. “Una ciudad que cree, protege y avanza”, así define EPZ su apuesta por un futuro más limpio, justo y consciente, donde cada ciudadano es parte activa de la solución.
La participación comunitaria
convierte la recolección de residuos en una herramienta de
transformación social y ecológica.