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Christian Dior y su sesión de fotos en Cundinamarca para el año de 1954

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En agosto de 1954, Christian Dior, uno de los diseñadores más influyentes del siglo XX y fundador de la icónica casa de moda que lleva su nombre, decidió realizar una sesión fotográfica que marcaría un momento curioso en la historia de la moda y Colombia. Dior, famoso por revolucionar la moda femenina con su colección “New Look” en 1947, eligió el majestuoso Salto del Tequendama, ubicado en el municipio de Soacha (Cundinamarca), como el escenario perfecto para captar la esencia de su diseño.

¿Por qué Dior eligió el Salto del Tequendama para una sesión de fotos?

Este lugar no solo es un ícono de Colombia, con su impresionante cascada y su historia tica en hallazgos aborígenes, sino que también simboliza la conexión entre la naturaleza y la moda. En los años 50, el Salto del Tequendama era un sitio de belleza inigualable, un lugar donde la niebla y el agua se entrelazaban en un espectáculo natural, creando un ambiente místico que resaltaba la feminidad y opulencia del “New Look”.

Según los registros de la época, las modelos que participaron en esta sesión de fotos fueron enviadas directamente desde París (Francia) por la Casa Dior. Al llegar a Bogotá D.C., fueron recibidas por Gloria Valencia de Castaño, una de las personalidades más destacadas de la época, en el Hotel Tequendama, antes de dirigirse al Salto para el “shooting”.

¿Qué hizo tan especial esta sesión?

Más allá del impresionante telón de fondo, fue la mezcla de la moda europea con la cultura colombiana, donde el nombre “Tequendama” resonaba con fuerza, siendo un hilo conductor entre el escenario y el estilo.

El único registro fotográfico que queda de este evento, captado por Henry Barbosa, muestra a dos modelos en atuendos que encarnan la visión de Dior. Una de ellas luce una falta ancha roja con un cinturón marrón, combinada con una blusa a rayas y un torero corto con hombreras doradas; la otra, vestida con un sombrero pequeño, un vestido azul con cuello tipo narrow y cuatro botones plateados en el torso, llega hasta el tobillo. Estas imágenes no solo capturan la moda de la época, sino también la fusión entre lo natural y lo sofisticado.

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Hoy en día, el Salto del Tequendama sigue siendo un símbolo de la historia y el patrimonio natural de Colombia, aunque enfrenta desafíos como la disminución de su caudal de agua y su reputación como lugar trágico. No obstante, la conexión que Christian Dior estableció entre la moda y este emblemático lugar perdura en el tiempo, recordándonos el poder de la naturaleza como fuente de inspiración.

¿Podría este evento haber marcado un antes y un después en la percepción internacional de Colombia? La historia, sin duda, sigue intrigándonos.

Este lugar no solo es un ícono de Colombia, con su impresionante cascada y su historia tica en hallazgos aborígenes, sino que también simboliza la conexión entre la naturaleza y la moda.

Manuela Vargas
Periodista y redactora Extrategia Medios.

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