Cajicá paralizada por artefacto sospechoso
El hallazgo de un objeto extraño al borde de una carretera puede alterar el ritmo de cualquier población. Y eso fue lo que ocurrió en Cajicá (Cundinamarca), donde un aparente artefacto abandonado encendió las alertas de seguridad en la vía Molino–Manas, a la altura del sector conocido como El Pomar. Aunque el hecho no pasó a mayores, la reacción institucional fue inmediata. Las unidades antiexplosivas, junto con organismos de emergencia, atendieron el caso bajo los protocolos establecidos para este tipo de situaciones.
Los hechos se registraron en la mañana de este lunes 05 de mayo de 2025, cuando un objeto desconocido fue avistado en la zona. La Policía Nacional, tras acordonar el lugar, ejecutó una detonación controlada que permitió descartar la presencia de explosivos. De acuerdo con el secretario de seguridad de Cajicá, coronel (r) Wilson Halaby Nagi, se trataba de un bafle que, si bien no contenía ningún elemento peligroso, fue intervenido como medida de precaución.
“Era un elemento que no sabíamos en qué condiciones se encontraba ni si tenía contenido en su interior. Se actuó con la premisa de proteger a los ciudadanos y evitar cualquier riesgo”, explicó Halaby, al tiempo que hizo un llamado a la comunidad para no abandonar objetos en vía pública. “Un descuido puede activar todo un operativo de seguridad”, agregó.
Artefacto sospechoso en Cajicá:
El suceso remite a un episodio similar ocurrido el 21 de abril de 2022, cuando también fue necesaria una explosión controlada por una maleta abandonada en la vía Gran Colombia del mismo municipio. Aunque han pasado tres años entre ambos casos, el mensaje de fondo persiste: el abandono de objetos en espacios públicos puede desencadenar alarmas innecesarias o, en el peor de los escenarios, poner vidas en riesgo.
Por ahora, las autoridades continúan revisando las cámaras de seguridad del sector para esclarecer si el objeto fue olvidado accidentalmente o si hay otro tipo de implicaciones detrás de este incidente. Entretanto, la movilidad fue restablecida y la comunidad retornó a su rutina, aunque con una reflexión latente sobre el valor de la prevención y el manejo responsable del espacio público.
Las unidades antiexplosivas, junto con organismos de emergencia, atendieron el caso bajo los protocolos establecidos para este tipo de situaciones.
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