La Comisión Quinta del Senado avanzó recientemente en una discusión que toca el corazón de uno de los sectores más sensibles del país: la minería hecha por mujeres.
En sesión ordinaria, los senadores dieron luz verde a un proyecto que busca dignificar y visibilizar a miles de trabajadoras que han sostenido durante décadas la actividad extractiva en municipios apartados, zonas rurales y territorios donde el Estado suele llegar tarde o no llegar del todo. La propuesta continuará su trámite en la plenaria, donde enfrentará su segundo debate.
Un registro que redefine el papel femenino en el sector minero
El proyecto se centra en un componente que podría cambiar la manera en que Colombia entiende la labor femenina en la minería: el Registro Poblacional de la Mujer Minera Colombiana.
Esta herramienta permitirá identificar y caracterizar a quienes participan en actividades de extracción, barequeo, beneficio y comercialización, muchas de ellas en condiciones de informalidad, con ingresos inestables, riesgos laborales permanentes y poca presencia en los sistemas de información pública. Contar con este registro es esencial para dimensionar su realidad y tomar decisiones basadas en datos, no en suposiciones.
Políticas para reducir brechas y fortalecer la formalización
A partir de esta base, la iniciativa propone el diseño de políticas públicas diferenciales, orientadas a garantizar acceso a seguridad social, formalización, capacitación, acompañamiento técnico y líneas de crédito adecuadas al tipo de trabajo que desempeñan.
Estas medidas buscan corregir desigualdades que históricamente han limitado su desarrollo económico y las han dejado sin herramientas para enfrentar contingencias laborales o personales.
Reconocimiento al aporte de las mujeres mineras en las regiones
Los senadores que respaldaron el proyecto destacaron la necesidad de que el país asuma con seriedad la situación de las mujeres que dependen de la minería. Subrayaron que su aporte sostiene economías locales, mantiene vivas prácticas productivas tradicionales y da estabilidad a cientos de familias que encuentran en esta actividad su único sustento.
Para ellos, esta iniciativa es una respuesta concreta a una deuda social que se arrastra desde hace años.
Ahora la plenaria del Senado deberá continuar el análisis, profundizar en los alcances de la propuesta y definir la hoja de ruta que permita que estas medidas se conviertan en una política capaz de transformar las condiciones de vida de quienes sostienen, desde el anonimato, una labor esencial para las regiones mineras del país.

El proyecto busca fortalecer la respuesta del Estado
frente a la situación de miles de mujeres
dedicadas a actividades extractivas.













