El gestor cultural cundinamarqués Guillermo Alfonso Forero Medina continúa ganando presencia y representación en los espacios donde se analizan las políticas culturales y los derechos creativos en Latinoamérica.
Sus intervenciones en escenarios académicos y técnicos lo han llevado a consolidarse como una voz que aporta criterios para entender cómo los gobiernos pueden garantizar una participación cultural amplia y sin restricciones.
En los principales encuentros culturales de 2025
Durante 2025, Forero Medina fue ponente en seis encuentros internacionales dedicados al análisis de la gestión cultural en la región. Entre ellos se encuentran el IV Congreso Internacional sobre Patrimonio Cultural Iberoamericano (Sucre, Bolivia), el XIV Seminário Internacional de Políticas Culturais (Río de Janeiro, Brasil), el Congreso Internacional Miradas desde las Humanidades sobre Realidades Emergentes (Zacatecas, México), el III Congreso Latinoamericano de Gestión Cultural (Guadalajara, México), la Conferencia Internacional Política Cultural y Desarrollo Sostenible: un Diálogo Global (Lima, Perú) y el VII Simposio de Gestión Cultural – Tejiendo futuros desde el presente (Puntarenas, Costa Rica).
En estos espacios presentó avances metodológicos y análisis sobre la función pública cultural en entornos locales.
Metodologías para evaluar la gestión pública de la cultura
Uno de los puntos centrales de su trabajo ha sido el diseño de métodos de evaluación para la gestión pública de la cultura, con énfasis en el cumplimiento de las responsabilidades institucionales de los gobiernos subnacionales.
Estas herramientas —puestas en práctica en procesos de Colombia y Perú— han permitido a diversas entidades ajustar su planificación y comprender la cultura como un bien público que requiere seguimiento técnico y decisiones basadas en evidencia.
Descentralización y fortalecimiento de la institucionalidad cultural
Forero Medina plantea que la política cultural debe desligarse de dependencias excesivas hacia estructuras centralizadas y considerar de manera más seria las dinámicas territoriales.
Según sus investigaciones, muchos municipios han demostrado que la gestión cultural puede funcionar como un componente político que garantiza derechos y fortalece la participación.
En ese sentido, recalca que consolidar la institucionalidad cultural local es un paso necesario para mejorar la calidad y el alcance de las políticas públicas.
Su trabajo impulsa nuevas metodologías para evaluar la gestión pública de la cultura.









