En los últimos días, conductores de Bogotá y de otras ciudades del país han reportado una situación repetida en varios centros comerciales: daños menores provocados en los vehículos, acompañados de notas que aparentan responsabilidad y buena voluntad. Los testimonios coinciden en que, tras encontrar un rayón, un golpe o un retrovisor roto, aparece un papel con un número de teléfono para supuestamente “asumir el daño”.
Algunos afectados afirmaron que, al comunicarse, la persona al otro lado de la línea responde con tranquilidad, asegura haber informado a su aseguradora y ofrece resolver el problema. Sin embargo, conforme avanza la conversación, surge un elemento común: el envío de un enlace bajo la excusa de validar datos del seguro.
¿Cómo opera la estafa del “rayón en el carro” según los afectados?
Varios testimonios recopilados por las autoridades indican que el enlace enviado dirige a páginas falsas diseñadas para captar datos personales, números de identificación o información bancaria. Una vez la víctima ingresa esos datos, los delincuentes logran acceso a cuentas o a información sensible.
Los conductores que denunciaron la situación señalaron que, al pedir detalles como el nombre de la aseguradora, la placa involucrada o el número de cédula del supuesto responsable, el interlocutor evita responder, cambia de tema o finaliza la llamada de manera abrupta. Esa reacción, explicaron autoridades consultadas, es uno de los principales indicios de que se trata de un engaño.
¿Cómo evitar caer en esta modalidad?
Las autoridades sugieren no asumir de inmediato que quien deja la nota tiene intención real de reparar el daño. En caso de recibir un enlace, la prioridad es no abrirlo y no diligenciar datos sensibles. Si la persona al otro lado del teléfono no puede confirmar aseguradora, documentos o placa, lo más prudente es cortar la comunicación.
Además, se recomienda tomar fotografías del daño, acudir a la administración del establecimiento y verificar personalmente con la aseguradora antes de entregar cualquier tipo de información.
Sin embargo, conforme avanza la conversación, surge un elemento común: el envío de un enlace bajo la excusa de
validar datos del seguro.













