El Parque Nacional Natural Chingaza no es solo un destino de montañas, frailejones y neblina. Es la gran fábrica de agua que alimenta a Bogotá y a millones de personas en Cundinamarca y el Meta.
Situado en la cordillera oriental de los Andes, este tesoro natural se extiende por once municipios: siete en Cundinamarca (Fómeque, Choachí, La Calera, Guasca, Junín, Gachalá y Medina) y cuatro en el Meta (San Juanito, El Calvario, Restrepo y Cumaral).
Biodiversidad que resguarda la vida
Su biodiversidad es tan sorprendente como vital: en sus montañas viven el oso andino, el venado de cola blanca, el puma, la tingua bogotana y el majestuoso cóndor de los Andes. Entre sus guardianes silenciosos destaca el frailejón Espeletia uribei, una especie capaz de retener agua y regular el clima, convertida en emblema de resistencia natural.
Con 111.502 hectáreas de extensión, Chingaza enfrenta un desafío urgente: más de 62.000 hectáreas de páramo se encuentran en áreas vecinas administradas por distintas corporaciones ambientales. Para unir esfuerzos, Bogotá y entidades como la CAR Cundinamarca, Corpoguavio y Corpochivor trabajan en un Plan de Manejo Ambiental que busca blindar este ecosistema frente al cambio climático y las presiones humanas.
Bogotá y el proyecto “Páramos para la Vida”
En este proceso, la Secretaría Distrital de Ambiente (SDA) participa en las mesas de trabajo del proyecto “Páramos para la Vida”, liderado por el Ministerio de Ambiente, el Instituto Humboldt y el PNUD. Aunque Bogotá no tiene jurisdicción directa sobre Chingaza, la capital depende de sus servicios ecosistémicos: agua limpia, regulación del clima y equilibrio ambiental.
Por eso, la SDA firmó un memorando de entendimiento con la Comisión Conjunta de Ecosistemas Estratégicos de la Región Central de la Cordillera Oriental (CEERCCO), sumando a la capital a una cruzada colectiva por el futuro de los páramos.
Tres ejes de acción para Chingaza
El plan incluye tres ejes centrales:
- Trabajo directo con comunidades campesinas e indígenas.
- Unificación de planes ambientales entre distintas jurisdicciones.
- Definición de términos de referencia para la gestión del páramo.
La consultoría de Kikster ya dio sus primeros pasos con reuniones en los territorios, identificación de prioridades y creación de lineamientos generales. Durante julio se realizaron mesas presenciales en cada jurisdicción y ahora se avanza en un diagnóstico más profundo sobre brechas, recursos y capacidades.
El objetivo es claro: que Chingaza siga latiendo como corazón hídrico de los Andes, un santuario de biodiversidad que no solo da agua a Bogotá, sino que se convierte en un ejemplo de cómo la unión de comunidades, autoridades y ciencia puede salvar el futuro de los ecosistemas más frágiles del país.

El plan prioriza la articulación con comunidades
campesinas e indígenas y la
armonización de políticas ambientales.