Zipaquirá estuvo engalanada con un espectacular desfile de tunas

Los asistentes a este evento vivieron las presentaciones y disfrutaron de las voces, acordes y colorido de las tunas procedentes de diferentes municipios.

ZIPAQUIRÁ, CUNDINAMARCA.

La Plaza de los Comuneros fue el escenario natural para el cierre del Festival Cultural Salinero 2016, donde diferentes Tunas engalanaron la tarde y parte de la noche bajo un hermoso cielo salino.

Los asistentes a este evento vivieron las presentaciones y disfrutaron de las voces, acordes y colorido de las tunas procedentes de diferentes municipios como Cogua, Chía, Bogotá y por supuesto las anfitrionas Zipaquirá, donde el alcalde Luis Alfonso Rodríguez Valbuena aprovechó la oportunidad para exaltar y darle reconocimiento especial a la Tuna Ciudad de Zipaquirá, por alcanzar el primer puesto en Mojácar, España, obteniendo el premio como la mejor del mundo, y a la Tuna Confraternidad por sus excelentes presentaciones internacionales como la que van a tener en el País de Chile próximamente.

Todas las tunas que se presentaron recibieron especial exaltación, recordatorio y agradecimiento por parte de la Alcaldía de Zipaquirá, del Instituto Municipal para la Cultura, la Recreación y el Deporte de Zipaquirá, IMCRDZ, y de la Subsecretaría de Cultura en cabeza del licenciado Luis Enrique Rojas.

Este escenario sirvió para el lanzamiento oficial de una nueva Tuna, la Tuna Magna, que dirige el profesor Óscar Mora, integrada por estudiantes del Colegio San Alberto Magno de Zipaquirá, bajo la orientación de los directivos de esta Institución Educativa, los licenciados Ester Cárdenas y Hernando Pérez.

Inicialmente el sol y posteriormente la luna, junto a la hermosa arquitectura colonial, neoclásica-republicana-francesa contrastaban perfectamente con el ambiente salino y la vistosidad de un escenario donde tunas y tunos hicieron vibrar de alegría y emoción a los cientos de personas que participaron, quienes se unieron a los coros y a las notas que se desgranaban poco a poco, subiendo magistralmente a lo más alto las emociones al verse invadidos en un ámbito del que nadie quería salir y donde finalmente el tiempo hizo que se concluyera este momento de gran cultura que los espectadores quieren volver a vivir.

“Inicialmente el sol y posteriormente la luna, junto a la hermosa arquitectura colonial, neoclásica-republicana-francesa, contrastaban perfectamente con el ambiente salino y la vistosidad de un escenario donde tunas y tunos hicieron vibrar de alegría y emoción a los cientos de asistentes”.

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