Alfredo Araújo Santoyo, artista que realizó la Escultura del Minero, obra que adorna la Plaza del Minero, estuvo presente en la celebración de los 25 años de la Catedral de Sal.
ZIPAQUIRÁ, CUNDINAMARCA.
El 16 de diciembre se celebró los 25 años de la Catedral de Sal, en presencia del alcalde de Zipaquirá Wilson García Fajardo y demás personas que han hecho parte importante de la historia de la Primera Maravilla de Colombia, entre ellos, Alfredo Araújo Santoyo, artista internacional que ideó y creó la Escultura del Minero, ubicada en la Plaza del Minero del Parque de la Sal.
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Tras la convocatoria que realizó, hace 21 años el Banco de la República para el desarrollo del Parque de la Sal, Araújo creó esta obra en compañía de arquitectos, ingenieros y otros historiadores, con el objetivo de homenajear a los mineros y a la ciudad de Zipaquirá, a través de este centro turístico que hasta el día de hoy se da la oportunidad de ser visitado por los mismos ciudadanos y por turistas nacionales e internacionales.
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“El Minero fue planeado desde el principio como el más grande homenaje que podíamos ofrecerles a quienes fueron los creadores de este monumento y desde el primer momento me vinculé con los mineros que estaban trabajando en esos días en los socavones, para conocerlos, vivir su vida y buscar la mejor manera de poderlos homenajear” expresó Araújo Santoyo, destacando que se involucró con los mineros para estudiar su fisionomía con el fin hacerle a la escultura un rostro que realmente los representara.
Así mismo, para el creador de esta obra, es poco el tamaño o la dimensión de esta misma, en comparación a todo el trabajo realizado por todos los mineros, considerando que se debió pensar en algo más amplio para rendirles un mayor homenaje.
Este mismo día de celebración -16 de diciembre- se conmemora 21 años de haberse realizado la Escultura del Minero, diseñado con bronce a la cera perdida, un arma de hierro que la ancla al piso y un pedestal que fue tallado en piedra caliza, que se ejecutó en 6 meses.
“El sueño que tuvimos es que Zipaquirá y la Catedral de Sal se convirtieran en lo que son hoy, ese sueño se ha hecho realidad, ese es el más grande logro que podemos tener” añadió Araújo, haciendo mención que otro objetivo fue que, esta escultura sea una obra participativa, que los ciudadanos se puedan acercar, tocarla e interactuar con ella.
“El Minero ha sido una revelación que ha permitido entender que el arte tiene una función social, de construir identidad regional, de construir orgullo patrio y permitirles a las personas tener símbolos de los cuales definirse”, explicó el artista.
“Es poco el tamaño o la dimensión de esta obra, en comparación de todo el trabajo realizado por todos los mineros”.
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