Para lo corrido del 2022, 16 mujeres trans han sido asesinadas en Colombia

El derecho a la identidad de género se reconoce en el libre desarrollo de la personalidad, la dignidad humana y la autodeterminación. Por ende, en Colombia se han ido promulgando una serie de normas conforme al derecho a una personalidad jurídica y un nombre de acuerdo a la identidad de género que incluye el cambio de nombre, la adecuación de la imagen y la rectificación a la mención de sexo o género en todos los documentos de identidad. Sin embargo, estos derechos no protegen específicamente sus vidas, para el año 2021, en cifras recolectadas por la Defensoría de Pueblo se informó que 35 mujeres transgénero habían sido asesinadas en Colombia, de las que la mayoría perdió la vida de manera violenta., mientras que para el año 2022, el ‘Observatorio Previda’ ha ido contabilizando 16 muertes dentro de este grupo poblacional, para un aumento del 27% del último registro.

El caso más reciente de muerte violenta dentro de la comunidad trans ocurrió en los últimos días. En la noche del pasado viernes 19 de agosto, en la zona rosa de la Avenida Primero de Mayo, al sur de la capital colombiana, la mujer transgénero, Danna Alejandra Navas Corredor, fue impactada con arma de fuego en medio de una riña, pese a ser trasladada, aún con vida, al Hospital De Kennedy, desafortunadamente falleció horas más tarde.

“Este tipo de acciones y el contexto en los que se desarrollan nuestras identidades como personas trans, es también un llamado para que como sociedad reevaluemos mucho estos lugares en los que se nos permiten solo habitar y vivir. Esto tiene que ver con temas como discriminaciones y violencias que nos impiden que nuestras identidades puedan habitar otro tipo de espacios”, expresó la directora de la Fundación Grupo de Acción y Apoyo Trans (GAAT). También manifestó que la mayoría de estos homicidios continúan sin ser investigados y que cuando se les realiza la debida investigación muchas de estas no llegan a términos que puedan facilitar la captura y judicialización de los responsables.

Este tipo de sucesos han despertado una alarma no solo para la comunidad LGTBIQ+, sino también, para la sociedad en general, donde se exige que todas las vidas deben ser respetadas.