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Según los reportes más recientes de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), más del 50% de estas reservas hídricas están experimentando descensos significativos. Aunque no se puede asegurar con certeza la causa principal, la falta de cuidado del agua, las condiciones climáticas, como el fuerte sol y la posible sequía, podrían ser factores determinantes en esta situación.

Datos actuales de los niveles de los embalses en Cundinamarca:

Neusa: Descendente.
Sisga: Descendente.
Tominé: Descendente.
Chisacá: Ascendente.
Regadera: Descendente.
Chuza: Descendente.
San Rafael: Descendente.
El Hato: Descendente.

Factores que podrían influir en el descenso de los embalses de Cundinamarca:

El clima seco, caracterizado por altas temperaturas y periodos prolongados sin lluvias, es una de las posibles razones que podrían estar influyendo en el descenso en los niveles de los embalses, aunque estas son hipótesis que aún requieren confirmación por parte de expertos. Además, el aumento en la demanda de agua por parte de la población y de sectores como la agricultura también podría estar jugando un papel importante. Sin embargo, estas hipótesis requieren de un análisis más profundo por parte de expertos.

Las autoridades han hecho un llamado a los habitantes para que adopten hábitos responsables en el uso del agua, reduciendo el consumo innecesario y evitando el desperdicio. Asimismo, se están evaluando estrategias de gestión hídrica que permitan afrontar de mejor manera este posible escenario de déficit.

El descenso en los niveles de los embalses podría tener impactos significativos en el suministro de agua para consumo humano, actividades agrícolas e incluso la generación de energía en algunos casos.

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