By ‘El San Antonio de Casa’: uno de los cuentos inéditos de Guillermo Quevedo Zornoza
55 años después de su muerte, el ilustre músico y poeta zipaquireño nos lleva por un viaje a la ciudad salinera de antaño.
Fotografía/Archivo Extrategia Medios
ZIPAQUIRÁ, CUNDINAMARCA.
El zipaquireño Cristian Camilo Sánchez reconocido por la construcción de “Una ruana para Gabito”, un escrito que cuenta la relación del Nobel colombiano con el Maestro Guillermo Quevedo Zornoza, producto de una investigación exhaustiva sobre la época de residencia de García Márquez en Zipaquirá, se ha dado a la tarea de dar difundir escritos que no se conocían de Quevedo Zornoza.
“Hemos venido trabajando en la recuperación del Maestro insigne de Zipaquirá, encontramos unos cuentos inéditos, lo cuales ya han empezado a dar la luz. Hace poco, uno de ellos titulado Los Compadres, una crónica lugareña en que habla de unos espíritus relacionados con lo que era en una época esta ciudad, los lugares aledaños a la Catedral de Sal y la Mina; ya dejó de ser inédita y está publicada en Las Dos Orillas (un medio de comunicación alternativo)”.
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Este no es el único escrito del creador del himno de Zipaquirá, por el contrario, existen otras obras y temas abordados según Cristian Sánchez, que logran retratar las tradiciones y la cultura de la ciudad.
“Hay una monografía sobre Zipaquirá, en donde se relata toda la historia de la fundación del pueblo, desde los muiscas hasta una época en la que ya se empezaba a hablar de las bandas, de la formación musical y de las políticas públicas que se realizaban en su tiempo; un trabajo con mucha versatilidad”.
Hablar de la prosa de este ilustre músico zipaquireño, es encontrarse con la misma cultura e historia de la ciudad y del país, contada como menciona Cristian a través de la riqueza de versos organizados y pulcros”.
“Cuenta con un estilo muy organizado, pulcro, versátil, yo llegaría a decir que hasta tiene parentesco con el género literario piedracielista, tiende a jugar con metáforas, pero sigue manteniendo mucho rigor en la escritura; pero no por eso es aburrido, sino que nos transporta en el tiempo, las tradiciones y los vivires de su época”.
Este trabajo de recuperación de memoria literaria, específicamente de las creaciones de Quevedo Zornoza, se realiza en alianza con Zoraida Chávez, Directora Ejecutiva de la Casa Museo, y que ha arrojado como resultados la publicación de algunos escritos en la página oficial de esta institución.
La buena noticia para nuestros lectores, es que justo por Extrategia Medios se lanza “El San Antonio de Casa” uno de los cuentos del Maestro Quevedo, como nos cuenta Cristian, habla de uno de los episodios más importantes de su vida, como lo fue su incursión en la Guerra de los mil días.
“Es un relato autobiográfico, el cual tiene que ver con su juventud y su partida para pelear en la Guerra de los 1000 días, ya que es bien sabido que él estuvo en aquel escenario, alumbrado por el sol del liberalismo en ese entonces. Un escrito que complementa uno, que ya está publicado en la página de la Casa Museo que es sobre esta misma guerra. Como dato curioso, para que al Maestro le dieran su pensión por haber peleado en esta guerra, tuvo que justificar y dar un testimonio muy nutrido de cuando estuvo allí”.
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En estas líneas, prima el aspecto religioso y lo fantástico, en relación con la figura materna de Quevedo Zornoza más que la guerra en sí misma, “en el texto se refleja esa relación especial con su madre, al mismo tiempo que se dibujan las tradiciones de las culturas, que llevan a «encomendar» a los familiares al favor y cuidado de los santos o las figuras religiosas, en este caso cuando el joven Quevedo se encaminó en la guerra”.
El llamado de este colaborador en la difusión de las letras y la cultura salinera, reposa sobre la comunidad en general, pero, enfáticamente, en los entes gubernamentales como la Secretaria de Educación y al Instituto Municipal de Cultura, Recreación y Deporte (área cultural), para que se maneje una socialización de la memoria histórica zipaquireña.
“Es importante recuperar la cuestión raizal, esta literatura que hasta el momento no es canónica, pero que si se quiere es de frontera, unos textos que tienen mucho para decirnos y en este punto es necesario hacer un llamado de atención, así como le hacemos un Museo a Gabriel García Márquez y lo reconocemos en Zipaquirá, casi como siendo un zipaquireño, también tengamos en cuenta que acá hay personajes ilustres que tienen una gran prosa, que habla desde aquí, que se narra desde el ser y el estar zipaquireño”.
“Desde la Administración, se deben preocupar un poco más por hacer una difusión real, clara y distinta de esta memoria literaria e histórica, entendiendo que aquí hubo varios personajes que construyeron un importante aporte a la literatura zipaquireña como es el caso de Roberto Mac Duoall, Eduardo Castillo y Mauricio Guzmán.
A la fecha, Cristian Camilo Sánchez se dedica a escribir pequeños artículos y cuentos de algunos “temas de los que casi no se habla de manera explícita”, como el mismo menciona «a mí me gusta hacer critica, poner el dedo en la llaga y sobre todo que se hable de lo que nadie quiere hablar, es muy fácil hablar de lo que se puede hablar, lo importante está en lo que no se ha dicho.
Y eso “que no se ha dicho” corresponde a una serie de “lugares de festejo, espacios en los que se genera escándalo y se ven las cosas más sórdidas y oscuras de la ciudad”, para el filósofo e inquieto por la creación literaria se hace necesario por no llamarlo urgente, que se hable de la realidad de la ciudad, de una casa de lenocinio o el consumo de drogas, entendiendo que como el puntualiza “esta no es la Zipaquirá de antaño, esta es una Zipaquirá diversa que cambia”.
Y no siendo más, los invitamos a leer esta pieza del Maestro Guillermo Quevedo Z.
