Dulce Alaska: la heladería artesanal de sabores exóticos en Zipaquirá

26 de febrero de 20203120 views0

Una innovadora oferta para residentes, visitantes y turistas que han quedado deleitados con helados de “Merengón», “Arroz con leche”, “Chocoramo” y muchos más; también postres y productos colombianos.

Fotografía Extrategia Medios.

ZIPAQUIRÁ, CUNDINAMARCA.

Los pequeños manjares de vida llegan a ser los más grandes recuerdos. Las texturas, los sabores y los colores de algo que nos impactó al paladar nunca se borrará de nuestra mente, y qué decir de esas sensaciones que produce comer helado.

Cremosos, con fruta, en agua o en leche y hasta con licor los elabora Dulce Alaska, una empresa zipaquireña que nació con una fe congelada, pero no precisamente porque se haya quedado estática sino porque a lo largo de sus 4 años, han congelado los más curiosos sabores y tradicionales frutas que, si no los han probado vale la pena que lo hagan y se deleiten de una forma inimaginable como lo hacen en Zipaquirá los residentes, visitantes y turistas.

“Desde el primer día que decidimos salir a la ciclovía los domingos -en ese entonces a vender helados para mascotas -, creímos en nuestra marca, en sabores innovadores para los clientes y eso es lo que hoy nos ha permitido llegar hasta este punto del camino, que aún falta mucho por recorrer y siempre llevando lo mejor: la pasión y el amor en cada preparación”, comenta Daniel Muñoz uno de los propietarios de Dulce Alaska.

Con más ánimo y con la visión de ofrecer más productos, Daniel junto con Stefanny Suárez – también propietaria de la marca -, decidieron invertir sus ahorros y hasta más, para comprar un foodtruck y así llegar a la Estación del Tren, con postres y paletas para mascotas que aún siguen comercializando.

Y hasta ahí no había helado. Fue una casualidad de esas que nacen para ser un éxito total. En una tarde en la que los postres se habían acabado y solo quedaban 10 pero bastante congelados surgió la idea, cuenta Stefanny.

“El postre no nos salió y lo pusimos a congelar y cuando llegaron unos conocidos solo quedaban esos postres y los probaron, pidieron 8 y les gustó. Nos dimos a la tarea de hacer los helados de frutas típicas como fresa, mora, naranja, limón”.

Fotografía Extrategia Medios.

Pero la inquietud por nuevos ingredientes y pensando en sorprender a los clientes con sabores que, a veces no imaginamos y que nos estamos quedando sin probar aún, llegaron con propuestas como “Limonada de Coco”, “Straciatella”, “Chocoramo”, «Supercoco», «Jardín» (Aguacate), «Maracumango», «Té Chai», «Cremoso de limón» y así cada mes un nuevo sabor.

Dentro de los más de 30 sabores que Dulce Alaska maneja ahora en su sede ubicada en la Carrera 14 # 3B – 23 San Pablo, los licores también hacen parte de esta propuesta que reta al paladar y los sentidos. Aquí les dan salida a helados como el famoso «Ron de Vinola» – más conocido como el helado de diciembre- el de «Piña Colada» y el de «Crema de Whisky».

Para Daniel y Stefanny, jóvenes zipaquireños a los que en su cocina no les puede faltar el limón, además de dos grandes secretos como la pasión y el amor por lo que hacen, les llegó otro reto a la par de crear nuevas recetas y es el de ser más amigables con el medio ambiente.

“Estamos en un proceso de cambio ecológico. No queremos contribuir con la contaminación, aunque nuestros palos de helados pasan por un proceso de plástico reciclado queremos que ahora sean de madera. Y no solo eso, sino que podamos cambiar los vasos por otro material, sin dejar de lado el proceso de reciclaje de los actuales empaques que utilizamos; por el momento algunos envases se han convertido en materas y otros se encuentran almacenados mientras se procesan de otra forma”, explica Daniel.

Mientras siguen trabajando, innovando en más sabores que atrapen a zipaquireños, visitantes de la Sabana y extranjeros, aspiran a convertirse en la Heladería más reconocida de la ciudad y seguir prestando un servicio que acoja a quienes tienen el regalo de contar con una familia, amigos o pareja.

«Queremos que Dulce Alaska trascienda fronteras y que este lugar sea un punto turístico. La gente que viene seguido nos dice: Cada vez que estamos en Zipaquirá comemos helado aquí, los sabores no se consiguen tan fácil. Nosotros queremos seguir teniendo la esencia de lo que representa Dulce Alaska«.