Imagen de la protesta en Ubaté (glorieta de La Vaca y cruce con Cucunubá). Fotografía tomada de redes sociales.

Bloqueos en Cundinamarca y Boyacá: ¿qué hay detrás del paro indefinido de mineros y campesinos?

Una serie de bloqueos viales en puntos estratégicos del altiplano cundiboyacense reflejan el malestar creciente de mineros, campesinos y comunidades rurales que reclaman atención estatal ante una crisis que, según ellos, ya no da espera.

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Desde la madrugada de este lunes 4 de agosto de 2025, diversos puntos neurálgicos de Cundinamarca y Boyacá se encuentran bloqueados debido a un paro indefinido liderado por mineros, campesinos y habitantes de zonas rurales. La movilización, de carácter pacífico pero contundente, ha generado fuertes impactos en la movilidad regional, con afectaciones en rutas como la vía Bogotá–Tunja, la salida al llano por el Cusiana, y tramos que conectan veredas y municipios estratégicos.

Las protestas tienen motivaciones compartidas, pero también reclamos sectoriales específicos. En el caso de los mineros, las exigencias van desde la formalización laboral y la seguridad jurídica hasta la urgente intervención del Estado frente a una deuda millonaria que (afirman) mantiene la empresa Gensa. Solicitan, además, que el carbón térmico sea reconocido como un recurso estratégico para el país y cesen las medidas que, según denuncian, “criminalizan” su oficio.

Por su parte, el sector campesino hace énfasis en los efectos devastadores del modelo económico actual sobre la agricultura. Los precios de productos como la papa no compensan los altos costos de producción, lo que ha llevado a una grave crisis económica en el campo. También exigen el mejoramiento de vías terciarias y una regulación más estricta frente a la entrada de productos importados que compiten en condiciones desiguales.

¿Qué puntos viales permanecen bloqueados en Cundinamarca y Boyacá?

Los cierres se han concentrado en al menos diez puntos clave. En Boyacá, los manifestantes han bloqueado el Puente de Boyacá (Ventaquemada), la glorieta del cementerio municipal en Paipa, y sectores como El Laguito en Sogamoso, Corrales–Tópaga y la salida al llano por la vía del Cusiana.

En Cundinamarca, la situación es similar. Hay cierres totales en La Calera (Km 6 vía Bogotá), Ubaté (glorieta de La Vaca y cruce con Cucunubá), y sectores rurales de municipios como Lenguazaque, Tausa, Choachí, Fómeque, Ubaque y Cáqueza. En estos puntos, las comunidades han instalado pancartas, carpas y han reiterado que no levantarán los bloqueos hasta que altos funcionarios del Gobierno Nacional se presenten con propuestas claras.

¿Qué exigen los manifestantes y qué respuestas esperan del Gobierno?

Mineros y campesinos coinciden en que la situación actual no se resolverá con comunicados o promesas a futuro. Exigen la instalación inmediata de una mesa de diálogo de alto nivel que permita concretar soluciones verificables. El reclamo se orienta no solo a demandas económicas, sino también a una presencia estatal efectiva que respalde el trabajo rural y minero con políticas claras, garantías jurídicas y mejoras estructurales.

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En zonas como La Calera, donde la vía Perimetral de Oriente se encuentra en estado crítico, la comunidad exige la presencia de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y compromisos tangibles. El deterioro de esta carretera no solo ha perjudicado la movilidad, sino que ha impactado el comercio, el turismo y ha incrementado los accidentes.

Hasta el momento, las autoridades han hecho llamados a la calma e invitaciones al diálogo, pero no se ha producido un acercamiento concreto con los líderes del paro.

La tensión sigue en aumento y el riesgo de
desabastecimiento en algunas zonas
ya comienza a ser una preocupación real.