El hallazgo de una intervención irregular en el barrio La Esmeralda, en Zipaquirá, encendió las alarmas de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR).
La entidad ambiental ordenó la suspensión inmediata de las actividades en un predio donde se detectó el uso indebido de Residuos de Construcción y Demolición (RCD) para rellenar y nivelar el terreno.
Riesgo ambiental y sanitario en zona urbana
Durante una visita de inspección, técnicos de la Regional Sabana Centro comprobaron que el suelo estaba siendo alterado con una mezcla de escombros, fragmentos de ladrillo y tierra, práctica que genera contaminación y afecta la estabilidad del terreno.
Lo más preocupante, según el informe, fue el uso de neumáticos viejos y restos de lona para construir un muro de contención, materiales que no cuentan con aval técnico ni cumplen con las disposiciones ambientales vigentes.
“El uso inadecuado de estos residuos provoca contaminación del suelo, el aire y el agua, y puede generar riesgos para la salud pública como olores ofensivos, enfermedades respiratorias y posibles deslizamientos por la inestabilidad del terreno”, advirtió Andrés Mauricio Garzón Orjuela, director regional de la CAR Sabana Centro.
Medida inmediata y razones de la suspensión
Con base en el informe técnico, la entidad ambiental determinó una afectación directa al recurso suelo, motivo por el cual impuso una medida preventiva de suspensión inmediata. La decisión busca evitar mayores daños y prevenir emergencias, sobre todo ante la segunda temporada de lluvias de 2025, cuando el exceso de humedad podría agravar la inestabilidad del terreno y afectar viviendas aledañas.
Lo que dice la norma
El artículo 20 de la Resolución 472 de 2017 prohíbe expresamente la disposición abierta o indiscriminada de escombros en el territorio nacional. También restringe su almacenamiento temporal o permanente en zonas sensibles, su vertimiento en espacios públicos y su mezcla con residuos peligrosos.
Estas prácticas, según la autoridad ambiental, deterioran los ecosistemas, ponen en riesgo las fuentes hídricas y comprometen la seguridad estructural de los suelos urbanos y rurales.
Un llamado a la conciencia ciudadana
La CAR recordó que la vigilancia ambiental no depende solo de las autoridades, sino también de la denuncia oportuna de la comunidad. Por ello invitó a los ciudadanos a reportar cualquier actividad que atente contra los recursos naturales, a través del portal www.car.gov.co en la sección PQRS, mediante el correo electrónico [email protected], o acercándose a cualquiera de las 14 direcciones regionales de la entidad.
Compromiso con el territorio
La Entidad, además, dijo que la protección ambiental en Cundinamarca exige responsabilidad compartida, planificación urbana y cumplimiento de las normas. Cada acción de control, como la realizada en Zipaquirá, refuerza el compromiso institucional de garantizar un entorno seguro, sostenible y libre de contaminación para las comunidades.

Se encontró un muro de contención construido con neumáticos viejos y restos de lona, sin cumplimiento ambiental.













