Chía fue el escenario de una jornada científica que puso el foco en el aire que respiran los niños. En el Primer Simposio de Enfermedades Respiratorias en Pediatría, realizado en el Auditorio Zea Mays, se reunieron pediatras, neumólogos, especialistas en terapias respiratorias y profesionales de la salud de distintas regiones del país.
Durante el encuentro, se compartieron nuevos avances, experiencias clínicas y estrategias preventivas para reducir el impacto de las afecciones respiratorias en la población infantil.
Respirar bien, crecer mejor
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades respiratorias están entre las principales causas de enfermedad y muerte en niños menores de cinco años. En Colombia, su impacto sigue siendo alto, especialmente en zonas urbanas con contaminación ambiental o con limitada cobertura en salud. De allí la importancia de reforzar la prevención, el diagnóstico temprano y el tratamiento integral.
El encuentro permitió entender que detrás de cada caso pediátrico hay un desafío compartido entre la ciencia, las familias y el Estado: garantizar que los niños puedan respirar, jugar y crecer sin las limitaciones que imponen estas patologías.
El asma: enemigo invisible de la infancia
Entre los temas más discutidos estuvo el manejo del asma pediátrico, una de las enfermedades crónicas más frecuentes en la niñez. Los especialistas coincidieron en la necesidad de aplicar con rigor las recomendaciones de la Guía GINA (Global Initiative for Asthma), un estándar internacional que promueve diagnósticos certeros y tratamientos efectivos basados en evidencia científica.
Los avances en terapias inhaladas, educación familiar y control ambiental fueron presentados como herramientas esenciales para reducir las crisis asmáticas y mejorar la calidad de vida de los menores.
Lactancia materna: la primera vacuna natural
El simposio también abordó la importancia de la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida, destacándola como el mejor escudo de defensa frente a infecciones respiratorias.
“La leche materna es más que alimento: es inmunidad, vínculo y protección. Cada gota cuenta para construir un sistema respiratorio fuerte”, afirmaron los expertos.
Los pediatras recordaron que los anticuerpos presentes en la leche materna refuerzan el sistema inmunológico y ayudan a reducir el riesgo de enfermedades en los primeros años, cuando el cuerpo del niño aún aprende a defenderse.
Ciencia con rostro humano
Durante la jornada, también se expusieron los más recientes avances en terapias respiratorias, abordajes multidisciplinarios y programas de acompañamiento familiar, con el fin de atender no solo los síntomas físicos, sino el contexto emocional y social del paciente pediátrico.
El enfoque integral —que combina ciencia, empatía y educación— se consolidó como la herramienta más efectiva para mejorar los resultados clínicos y fortalecer el vínculo entre médicos y familias.
La voz del liderazgo local
El alcalde de Chía, Leonardo Donoso Ruiz, resaltó la trascendencia del evento no solo como un aporte académico, sino como una apuesta social del municipio:
“Como padre de hijos pequeños, entiendo la preocupación que generan las enfermedades respiratorias. Estos espacios nos ayudan a comprenderlas mejor y a fomentar la prevención desde el hogar y la escuela”.
Donoso ruiz subrayó que la salud infantil es un compromiso de todos y que la educación en salud debe comenzar en los hogares, reforzarse en los colegios y sostenerse con políticas públicas permanentes.
El Primer Simposio de Enfermedades Respiratorias en Pediatría dejó un mensaje que trasciende la medicina: cuidar la salud de los niños es cuidar el futuro del país. Con la unión entre la ciencia, la comunidad y las autoridades locales, Chía reafirma su liderazgo en salud pública y su compromiso con una generación que merece crecer respirando aire limpio, educación médica y esperanza.
El asma pediátrico fue uno de los grandes temas del
simposio, con nuevos enfoques terapéuticos y familiares.