El maltrato animal podría alertar sobre violencia doméstica en el hogar

Un estudio en Bogotá revela que en contextos de violencia intrafamiliar, las mascotas son utilizadas como herramienta de control emocional, lo que exige revisar los protocolos de atención a víctimas.

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Imagen de referencia. Tomada de: https://depositphotos.com/es/home.html
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Una reciente investigación realizada en Bogotá ha puesto sobre la mesa una conexión alarmante: el maltrato hacia los animales de compañía no solo coexiste con la violencia doméstica, sino que puede ser una de sus manifestaciones más tempranas y menos atendidas. Aunque el estudio se basa en apenas cinco casos, sus hallazgos resultan reveladores: en todos los contextos analizados, los agresores utilizaron a los animales como instrumentos de castigo, coerción o manipulación hacia sus parejas.

El trabajo fue desarrollado entre 2022 y 2023 por Santiago Guillermo Naranjo Monje, magíster en Salud Animal de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), con énfasis en Salud Pública Veterinaria. Gracias al apoyo de la Secretaría Distrital de la Mujer, se logró contactar a cinco mujeres de entre 20 y 55 años, provenientes de distintos niveles educativos y contextos sociales. Esta diversidad permitió confirmar que el uso del maltrato animal como parte de la violencia doméstica no distingue clase ni formación académica.

De acuerdo con Naranjo, los agresores detectan que las sanciones por agredir a un animal son menores a las impuestas por violencia contra las mujeres, y, por tanto, optan por dañar a las mascotas como vía de agresión emocional indirecta. La Ley 1774 de 2016 tipifica el maltrato animal como delito en Colombia, pero el estudio sugiere que esta conducta debe ser entendida como parte de un ciclo mayor de dominación dentro del hogar.

Santiago Guillermo Naranjo Monje. El investigador propone capacitación para detectar el maltrato animal como señal de violencia intrafamiliar. Foto: María Fernanda Londoño, Unimedios.

¿El maltrato animal puede ser una señal temprana de violencia doméstica?

El maltrato hacia los animales, particularmente perros, fue ejercido de forma física, emocional o mediante negligencia. Además del daño directo —como golpizas o privación de alimento—, los testimonios revelan amenazas y frases que evidencian el uso instrumental del sufrimiento animal para imponer control: “si no haces lo que te digo, no cuido al perro” o “si me contradices, lo castigo”.

Más allá de la crueldad evidente, el estudio resalta que el maltrato animal puede convertirse en una señal temprana de violencia intrafamiliar. Por eso, uno de los principales llamados del autor es incluir a los animales de compañía en los protocolos de atención a víctimas. Según él, se trata de una “violencia entrelazada, no paralela”, en la que tanto humanos como animales sufren los efectos de una misma estructura de poder.

Otro hallazgo clave es el impacto que tiene la ausencia de rutas institucionales para proteger a las mascotas durante procesos de denuncia o separación. Muchas mujeres optan por no abandonar el entorno violento por miedo a dejar a sus animales indefensos. Esta situación genera una forma adicional de revictimización, ya que refuerza su permanencia con el agresor por falta de garantías para sus vínculos afectivos más cercanos.

¿Qué propone el estudio para abordar esta forma de violencia entrelazada?

El investigador propone la creación de albergues que reciban tanto a las mujeres como a sus animales, así como la capacitación de personal en salud y justicia para que aprendan a identificar el maltrato animal como un posible indicio de violencia doméstica. Aunque el concepto de familia multiespecie ya tiene respaldo jurídico en Colombia, aún está pendiente su incorporación efectiva en las políticas públicas de atención y prevención.

Esta diversidad permitió confirmar que el uso del maltrato animal como parte de la violencia doméstica no distingue clase ni formación académica.