En un hecho sin precedentes para la cultura popular colombiana, la Comisión Primera de la Cámara de Representantes aprobó por unanimidad, en primer debate, el proyecto de ley que busca declarar la música carranguera como patrimonio cultural de la nación. Esta decisión marca un hecho histórico del folclor colombiano y revaloriza el alma campesina que ha nutrido el espíritu de varias generaciones.
El proyecto es liderado por los representantes Pedro Suárez Vacca (Boyacá) y Andrés Cancimance López (Putumayo), quienes han unido sus voces desde dos extremos del país para rendir homenaje a una de las expresiones más auténticas, alegres y contestatarias del campo colombiano.
“La carranga es el alma sonora de Boyacá. Este proyecto es un homenaje a nuestras raíces, a nuestra gente y a nuestra cultura rural, que tanto ha sido olvidada”, declaró emocionado Suárez Vacca.
Pero la carranga no tiene fronteras. Desde Putumayo, Andrés Cancimance recordó que este género «también vibra en todo el país, porque recoge la esencia campesina que nos une como nación».
Una ley que canta justicia cultural
Más que una formalidad legislativa, la aprobación de este proyecto es un acto de justicia simbólica y cultural. Durante el debate, se resaltó el valor de la carranga como expresión de amor por la tierra, la naturaleza y la vida campesina. Su lenguaje sencillo, su humor agudo y su poder narrativo han sido vehículo de memoria, resistencia y alegría en zonas históricamente marginadas.
Uno de los elementos centrales del proyecto es el reconocimiento oficial del Festival Convite Cuna Carranguera, celebrado en Tinjacá (Boyacá), como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación. Este festival es epicentro de la tradición carranguera y símbolo de identidad para miles de cultores que, guitarra en mano, siguen cantando su historia.
El representante Jaime Raúl Salamanca, también boyacense, lo expresó con contundencia: “Reconocer la carranga es reconocer a nuestros campesinos y campesinas, a esa Colombia profunda que canta lo que vive. Este proyecto es un acto de justicia cultural”.
Lo que propone el proyecto
La propuesta legislativa contempla acciones concretas para garantizar la pervivencia de esta expresión cultural:
- Crear una estrategia nacional para preservar y difundir la música carranguera.
- Garantizar la sostenibilidad del Festival Convite Cuna Carranguera.
- Reconocer anualmente a cultores y músicos carrangueros.
- Publicar una recopilación de obras, historias y trayectorias.
- Incluir su enseñanza en casas de cultura, escuelas y espacios comunitarios.
Una ley que nace desde la raíz
El proyecto fue construido con el acompañamiento del maestro Jorge Velosa, creador del género y voz emblemática de la carranga, así como con Eduardo Villarreal, director del Festival. Ambos aportaron desde el arte, la experiencia y la memoria viva de una tradición que ha resistido el olvido y la exclusión.
“La canta es la mesma vida; por eso, cuando se canta, uno siente que es el tiempo que sale por la garganta”, recordó Velosa, haciendo temblar de emoción los muros del Congreso.
La carranga florece en el corazón del país
Con esta aprobación, Colombia reconoce que su futuro también se canta desde el pasado, y que en la carranga vive una identidad que no quiere desaparecer. El proyecto avanza ahora al segundo debate, con una fuerza simbólica que trasciende lo legislativo: la de un pueblo que canta para no callar, que baila para no rendirse, y que recuerda que la cultura también se cultiva, se defiende y se celebra.
El Festival Cuna Carranguera será
declarado Patrimonio Cultural
Inmaterial de la Nación.