By El país más atrasado de la región en materia de manejo de aguas residuales es Colombia
“Hay que prestarle atención a estos temas para evitar problemas de salud pública y cambiar la mentalidad y darle un manejo integral al agua”.
BOGOTÁ, CUNDINAMARCA.
Durante el Congreso de Seguridad Hídrica y Economía Circular, organizado por la Procuraduría General de la Nación y la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, se desarrolló un panel denominado ‘Mitigación de Riesgos y Amenazas Hídricas para garantizar la prestación de servicios públicos domiciliarios’ en el que se afirmó que Colombia es el país más atrasado de la región en materia de manejo de aguas residuales.
Como parte del grupo de expertos estuvieron Javier Moreno, director de la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento; Judith Buelvas, Gerente de Proactiva Montería; Luis Alejandro Camacho, profesor asociado del departamento de Ingeniería Civil y Ambiental de la Universidad de los Andes; Juan Guillermo Saldarriaga, profesor titular de la misma facultad; Santiago Ochoa, vicepresidente de Agua y Saneamiento de las Empresas Públicas de Medellín, y Rolando Higuita, director de ‘Gestión Ambiental’ de la Empresa de Acueducto, Aseo y Alcantarillado de Bogotá.
Para el profesor Camacho existe un reto fundamental en el que no hemos avanzado lo suficiente y es la calidad del agua. “Colombia es el país más atrasado de la región en materia de manejo de aguas residuales”, indicó.
Sostuvo que hay que prestarle atención a estos temas para evitar problemas de salud pública y cambiar la mentalidad y darle un manejo integral al agua.
Para Javier Moreno es fundamental asegurar la calidad, disponibilidad y sostenibilidad del recurso.
Resaltó la importancia de la planeación integral, lo que implica tener unas metas como país y otras a nivel regional, la articulación de políticas entre los distintos sectores y un reglamento interno del sector, todo bajo un esquema de ordenamiento territorial para hacerlo posible, porque si no se trabaja de forma armónica es difícil pensar en lograr los resultados
Juan Guillermo Saldarriaga cuestionó a los asistentes sobre ¿Cuáles serían los cambios necesarios de cara a garantizar el recurso hídrico?
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“Solo 5 o 6 ciudades en Colombia tienen un liderazgo, pero el conocimiento no llega a municipios pequeños y mucho menos al sector rural”, sostuvo el docente, para quien se requiere la participación activa de la academia a la hora de impartir enseñanzas relacionadas con un uso responsable del agua.
Santiago Ochoa ratificó que “hay una realidad distinta entre ciudades grandes, medianas y el sector rural”.
Explicó que el reto empieza por asegurar el servicio para todos y que es imperativo capacitar a la sociedad en temas de cambio climático y en la necesidad de hacer una planeación que permita encontrar un equilibrio.
Por su parte, Rolando Higuita, afirmó que hay que cambiar las formas de planear el recurso hídrico en el país, hacerlo no a 4 años sino a largo plazo.
“Se viene trabajando en un plan maestro para abastecer del recurso hídrico a Bogotá y las poblaciones cercanas, para lo que se están implementando acciones de manera que se tenga agua hasta al menos la mitad de este siglo”, dijo.
Los usuarios están aprendiendo a regular el consumo, especialmente por los distintos fenómenos climáticos que han afectado a la población.
Frente al servicio en zonas rurales, Judith Buelvas habló de su experiencia al frente de Proactiva Montería, empresa que viene cumpliendo con los mismos estándares y exigencias que hay en los cascos urbanos.
“Pienso que lo más importante fue cambiar la conciencia de darle un uso responsable al recurso hídrico y eso empieza por el operador”. En su opinión, las ciudades necesitan inversiones proporcionales a su tamaño.
Buelvas manifestó que el cambio climático provocó transiciones que van desde una intensa sequía a una abundancia por fuertes crecientes, lo que ha hecho que las empresas deban ser mucho más resilientes y cuenten con planes de contingencia que permitan mantener el servicio 24 horas y con calidad.
Los expertos coincidieron en concluir que se necesita articular los esfuerzos de los distintos estamentos que participan en la prestación del servicio, fortalecer los planes de desarrollo, idear soluciones a mediano y largo plazo e involucrar a la ciudadanía de cara a garantizar un manejo integral del recurso hídrico.
“Los usuarios están aprendiendo a regular el consumo, especialmente por los distintos fenómenos climáticos que han afectado a la población”.
