El desarrollo de la política de Paz Total del gobierno nacional busca que a partir del acogimiento a la justicia de grupos guerrilleros, narcotraficantes y de origen paramilitar, la paz pueda ser una realidad, y se dé paso a un proceso de justicia restaurativa, en el que la verdad y las víctimas sean las verdaderas protagonistas.
Un paso importante para lograr esta ansiada Paz Total, era encontrar un punto de convergencia entre el ELN y el Gobierno Nacional, ya que como es conocido, a diferencia de las FARC, el ELN no posee una estructura jerárquica que permita un diálogo que asegure una desmovilización masiva, sino que por su naturaleza horizontal, cada uno de los frentes lleva a cabo procesos relacionados con propósitos independientes.
Asimismo, como lo expresa la Fundación Ideas para la Paz (2022), el ELN es un grupo que “genera un importante impacto humanitario y mantiene vigente su capacidad de hacer daño”, es decir que a diferencia de lo afirmado por el gobierno de Iván Duque, esta guerrilla tiene una resistencia armada capaz de amenazar la seguridad de las comunidades y al Estado en sí mismo.
Así pues, el acogimiento del ELN al cese al fuego bilateral de 180 días en sus frentes: Frente de Guerra Oriental, Frente de Guerra Urbano, Frente de Guerra Norte, es un paso significativo para que mediante el diálogo se puedan establecer los parámetros válidos de acogimiento a la justicia de este grupo armado y su posterior desmovilización.
Cabe recalcar que, el Gobierno del presidente Gustavo Petro ya había cambiado el reconocimiento político del grupo de GAO (Grupo Armado Organizado) a OAR (Organización Armada Rebelde), lo cual permitió que este grupo aceptara las condiciones del gobierno para el cese de hostilidades.
La confirmación de este cese al fuego bilateral y temporal se desarrolló con un acto simbólico en Bogotá, en el cual el presidente expresó que era necesario encaminar al país hacia un “Futuro pacífico”.
Asimismo, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas otorgó a la misión de la ONU en Colombia la obligación de verificar el respeto al alto el fuego entre las partes, esta labor la realizarán 68 observadores y también será apoyada por la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, la Conferencia Episcopal y miembros del Ejército Nacional y del ELN.
Es necesario que se dé paso a un proceso de justicia restaurativa, en el que la verdad y las víctimas sean las verdaderas protagonistas.
Referencias: Fundación Ideas para la Paz. (2022). ¿Cuál es el ELN que se sentará a dialogar? Radiografía en cuatro regiones de Colombia. Análisis. https://ideaspaz.org/publicaciones/investigaciones-analisis/2022-08/cual-es-el-eln-que-se-sentara-a-negociar-radiografia-en-cuatro-regiones-de-colombia
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