En Cundinamarca, un grupo de bomberos cambió las mangueras por pértigas, los cascos por polainas y el miedo por respeto. Esta vez no se prepararon para apagar incendios, sino para enfrentar otro tipo de emergencia: el encuentro con serpientes en zonas rurales y urbanas.
El Instituto de Protección y Bienestar Animal de Cundinamarca (IPYBAC) adelantó una capacitación inédita que llevó a los cuerpos de bomberos de Tocaima, Villeta, San Francisco, La Mesa, Nilo, Arbeláez, Tena, Quebradanegra, Caparrapí y Anolaima a aprender sobre el manejo seguro de ofidios.
Más que prevención, una lección de respeto a la vida
Durante las jornadas, los participantes fortalecieron sus conocimientos y habilidades para reconocer, manipular y trasladar serpientes de manera segura, protegiendo tanto su integridad como la de los animales.
El propósito fue mucho más allá del control del riesgo. Se trató de comprender que una serpiente no es una amenaza, sino una pieza esencial del equilibrio ecológico. Su presencia garantiza el control natural de plagas, la salud de los cultivos y la tranquilidad de las comunidades campesinas.
Equipos valorados en más de 40 millones de pesos
Meses atrás, las estaciones de bomberos habían recibido una dotación superior a 40 millones de pesos, con kits de manejo profesional que incluyeron pinzas, pértigas, transportadores para ejemplares grandes y pequeños, y polainas resistentes a mordeduras.

Cada uno de estos elementos cobró sentido en las prácticas de campo, donde los uniformados pusieron a prueba lo aprendido, demostrando que el conocimiento también puede salvar vidas.
Un entrenamiento que salva dos vidas por cada maniobra
“Queríamos que los bomberos supieran cómo protegerse y cómo proteger la vida silvestre. Cada serpiente que se rescata y no se mata es una victoria para el ecosistema”, expresó Marcela Quintero, líder de Manejo Humanitario de Poblaciones del IPYBAC.
La escena pudo parecer insólita: bomberos con guantes, pinzas y transportadores en lugar de mangueras y agua. Pero detrás de cada movimiento hubo una enseñanza que perdurará: en Cundinamarca, los héroes también aprenden a salvar a quienes reptan silenciosamente entre la hierba.

El entrenamiento busca proteger vidas humanas
y conservar la fauna silvestre.