Un equipo interdisciplinario trabaja en la restauración del centro histórico de Zipaquirá (Cundinamarca), con el objetivo de devolverle los colores y el esplendor que marcaron su historia. La iniciativa, llamada “Zipaquirá desde el corazón”, se compone de análisis técnicos, participación comunitaria y estudios de laboratorio para diseñar una paleta cromática que respete la evolución estética de sus edificaciones.
Para lograrlo, expertos de la Universidad de los Andes realizan un exhaustivo estudio de estratigrafías en los primeros palacios del centro histórico. Estos análisis permiten identificar las capas de pintura aplicadas a lo largo de los años, así como los materiales originales, con el fin de reconstruir la historia visual de la ciudad y dar a las futuras intervenciones una base científica y cultural.
¿En qué consiste el proyecto “Zipaquirá desde el corazón”?
La propuesta busca revitalizar el centro histórico no solo desde lo arquitectónico, sino también desde el sentido de pertenencia. Para ello, se han creado alianzas estratégicas con la Fundación Pintuco, que aporta su experiencia en la restauración cromática, y con la Corporación Tierra SOS, encargada de trabajar en la gestión comunitaria y el urbanismo participativo.
Además, historiadores, ciudadanos y expertos en patrimonio cultural de la ‘Capital Salinera de Colombia’ están involucrados en la toma de decisiones para garantizar que el proceso de recuperación respete la esencia de Zipaquirá. El proyecto se presenta como una oportunidad para que la comunidad sueñe nuevamente con un espacio urbano vivo, auténtico y representativo de su legado cultural.
¿Por qué es importante rescatar el color del centro histórico de Zipaquirá?
La historia de una ciudad también se narra a través de sus colores. Cada capa de pintura revela épocas, tendencias y formas de habitar el espacio urbano. Con los análisis morfológicos y químicos realizados en los laboratorios, se busca comprender cómo han cambiado los gustos y estilos a lo largo del tiempo, y así recuperar la memoria visual de Zipaquirá.
La iniciativa no solo apunta a una mejora estética, sino que pretende reforzar el valor histórico y turístico, fortaleciendo el orgullo ciudadano y la apropiación social del patrimonio.
Se compone de análisis técnicos, participación comunitaria y estudios de laboratorio para diseñar una paleta cromática que respete la evolución estética de sus edificaciones.