¡Buscar ayuda No es para personas débiles!

¿Qué hacer cuando tenemos depresión?

Fotografía: https://lapsicologiasindivan.wordpress.com

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ZIPAQUIRÁ, CUNDINAMARCA. 

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El ser humano tiene una grande tendencia a ser independiente, orgulloso y autosuficiente y, aunque, para algunas personas eso pueda parecer positivo, las consecuencias de esa independencia ha dejado una generación que sufre de soledad, desamor y, por mas contradictorio que pueda sonar, dependencia emocional, pues naturalmente el ser humano fue creado para cohabitar con el otro y necesitar de éste, así que cuando es privado de estar y contar con otras personas (por iniciativa o por influencia), puede desenvolver síntomas, crisis, o simplemente, situaciones contrarias a su propria naturaleza.   

 

Según algunos estudios psicológicos, una de las situaciones que desencadena muerte con mayores índices en el mundo es la soledad. Esos estudios dicen que los efectos de la soledad en una persona pueden equivalerse al mismo daño que diez cajas de cigarrillo hacen en el cuerpo humano, pues la soledad afecta, no solo las emociones de una persona, sino también a su cuerpo (somatización de las emociones).

 

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Mas allá de la ausencia de personas, la soledad se caracteriza por un silencio extremo alrededor de una persona, privándola de ayuda, contacto y soporte social, tres cosas indispensables para el ser humano. Sin embargo, por causa de la tendencia de independencia mencionada inicialmente, el hombre se ha acostumbrado a ese silencio y soledad a través del tiempo, ya que salir de esa situación es conocido como “dependencia enfermiza”, “debilidad” o “ignorancia”. Buscar ayuda en otras personas ha sido relacionado con un estado de gravedad o miedo, y cuando se trata de ayuda profesional, esa gravedad relacionada se convierte en locura y enfermedad.

 

Esa es la causa por lo cual hoy en día, muchas personas no buscan ayuda en tiempos de crisis y necesidad, aumentando así la soledad, dificultad e, inclusive, los índices de suicidio. Ese ciclo (silencio – no buscar ayuda – soledad – muerte) es observado frecuentemente en personas con diagnóstico de depresión, pues una de las características de la depresión es el silencio, en donde las personas viven los síntomas a puerta cerrada. Inclusive, existen muchos casos en que los mismos familiares que conviven con la persona con depresión no se dan cuenta de su estado emocional, pues el silencio es un compañero engañoso y muy sutil.  

 

Esto debe despertar una urgencia para volver a nuestra esencia interdependiente y social, en donde necesitamos entender que buscar ayuda es cuestión de vida. No se trata de debilidad ni gravedad, sino de una inteligencia emocional que procura la salud integral de la persona. Hablar y exponer las dificultades transforma la tristeza en vulnerabilidad y en fuerza, pues se logran compartir las emociones y sentimientos humanos, que son un común denominar en la sociedad.

 

Crear relaciones sociales fuertes y profundas hace parte de una buena salud, pues contar con una buena red de apoyo disminuye el riesgo de enfermedad (física y mental). Así mismo, buscar una ayuda profesional lleva el pensamiento a una visión mas profunda e importante de la vida. No debemos avergonzarnos por contar con otras personas, pues eso es lo que somos, seres humanos co-dependientes.

 

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Si usted es uno de los que tiende a esconder su estado emocional, no permita que ese sutil silencio lo lleve a un estado de muerte, al contrario, busque ayuda en los otros sabiendo que usted no necesita pasar por eso solo. La soledad nunca será una buena compañera.   

 

Existen muchos casos en que los mismos familiares que conviven con la persona con depresión no se dan cuenta de su estado emocional.