La Iglesia Católica en Colombia renueva hoy su devoción al Sagrado Corazón

Hoy, la Iglesia Católica en Colombia renueva su devoción al Sagrado Corazón de Jesús, en una celebración que tiene como objetivo conmemorar el amor, el corazón y la persona de Jesucristo, centrándose en su pasión y muerte para “crecer” en Él.

El origen de esta devoción se remonta aproximadamente a los siglos XI y XII, cuando muchos fieles reflexionaron sobre el “costado y corazón abierto de Jesús”, que se presenta como un signo de su amor vinculado a la vida misma de Cristo. Este corazón simboliza la bondad de Dios hacia sus hijos.

Un papel fundamental en esta historia lo desempeña Santa Margarita María de Alacoque. Durante los años 1672 a 1675, en Francia, ella tuvo varias visiones de Jesús que le hablaba sobre este gran amor y le instaba a compartir ese mensaje con la humanidad.

Una de las visiones más destacadas, conocida como la “Gran Aparición”, reveló la solicitud de Jesucristo de celebrar el Sagrado Corazón. En esta revelación, Sor Margarita presenció el corazón rodeado de llamas de amor, coronado de espinas y con una herida característica, acompañado de una cruz que salía de su interior.

En ese momento, Jesucristo le dijo: “He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres, y, en cambio, de la mayor parte de los hombres no recibe nada más que ingratitud, irreverencia y desprecio, en este sacramento de amor”.

A partir de estas palabras, Jesucristo explica la esencia de esta devoción como una reparación por las fallas de la humanidad hacia su sacrificio redentor en la cruz. Sin embargo, también implica adorar el mismo amor de Jesús hacia nosotros y devolver amor donde se nos ofrece amor.

Después del fallecimiento de Sor Margarita en 1690, esta devoción ganó mayor presencia y popularidad. Sin embargo, la Iglesia realizó una amplia investigación para corroborar estas visiones y apariciones.

En el año 1765, se oficializó la celebración en Francia y casi 100 años después, en 1873, el Papa Pío IX aprobó formalmente esta devoción. Finalmente, en julio de 1899, el Papa León XIII extendió la recomendación de celebrar esta devoción a los obispos de todo el mundo en sus diócesis.

Está devoción en Colombia

En Colombia, la devoción al Sagrado Corazón de Jesús fue extendida por iniciativa del Papa Pío IX en 1856. El sacerdote y arzobispo Bernardo Herrera Restrepo jugó un papel fundamental en la oficialización de esta celebración en el país el 22 de junio de 1902. El acto de petición tuvo lugar en la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús, conocida popularmente como la Iglesia del Voto Nacional, en Bogotá. En aquel entonces, los colombianos buscaban poner fin a la Guerra de los Mil Días y superar una grave crisis económica.

En el día dedicado al Sagrado Corazón de Jesús en Colombia, miles de devotos acuden a la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús en Bogotá o a otras parroquias dedicadas a esta advocación, para expresar su veneración y buscar la bendición del Sagrado Corazón.

Durante esta jornada especial, los fieles participan en misas, oraciones y actos de adoración en su honor. La basílica se llena de fervor y devoción, con miles de personas congregándose para rendir homenaje al corazón de Jesús, símbolo del amor y la redención divina.

Los devotos depositan sus peticiones y preocupaciones, confiando en la intercesión de Jesús en sus vidas y en la vida de la nación. Muchos creyentes testimonian haber experimentado la gracia y el consuelo del Sagrado Corazón en momentos de dificultad.

Además de la visita a la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús, en este día se llevan a cabo procesiones y actividades religiosas en diversas partes de Colombia. Parroquias y comunidades eclesiales organizan eventos especiales para fortalecer la fe y la espiritualidad de los fieles.

La renovación de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús también es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia del amor y la compasión en la vida cotidiana. Los creyentes son llamados a imitar el amor generoso de Jesús hacia los demás, practicando la caridad y el perdón en sus relaciones personales y en la sociedad en general.

En palabras del arzobispo Bernardo Herrera Restrepo, quien fue un impulsor clave de esta devoción en Colombia: “La devoción al Sagrado Corazón nos invita a abrir nuestros corazones al amor de Dios y a extender ese amor a nuestros hermanos. Encomendémonos a Jesús y pongamos nuestra confianza en Él para encontrar la paz y el verdadero sentido de nuestras vidas”.

Con esta renovada devoción, los colombianos católicos reafirman su fe y su compromiso de vivir según los valores cristianos, confiando en el amor y la misericordia de Jesús como guía y consuelo en su caminar espiritual.

La devoción al Sagrado Corazón de Jesús en Colombia trasciende fronteras, promoviendo la solidaridad y el amor fraterno en la sociedad.